domingo, 15 de marzo de 2009

CHISTES CUBANOS

Este domingo llegan unos cuentecitos a mi buzón electrónico. Espero se diviertan.

Un turista canadiense entra en una tienda de música, en La Habana, Cuba y pregunta al empleado:
- ¿Tiene la canción MORIR DE AMOR por las Hermanas Fabrisa en 45 revoluciones?
A lo que el empleado responde:
- No, ese no lo tenemos, pero si tenemos MORIR DE HAMBRE por los Hermanos Castro en una sola revolución.

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

LETREROS EN EL PARQUE ZOOLÓGICO DE LA HABANA.

Antes de 1960: FAVOR NO DARLE COMIDA A LOS ANIMALES.

Entre 1960 y finales de 1989: FAVOR NO QUITARLE LA COMIDA A LOS ANIMALES.

Después de 1990: FAVOR NO COMERSE LOS ANIMALES.

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

¿En qué se parecen el Vaticano y la Reforma Agraria Cubana?

En que en cincuenta años, solo han producido cuatro papas.

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

Se muere Celia Sánchez y en el cementerio durante el entierro, Castro empieza a decir:

- Mi Celia, mi Celia...!

Un chino que está cerca, le oye y le dice:

-¿Mi celia? Micelia, hamble y dictadula.

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

Fidel llama a Chávez y le pregunta:

- Compañero Chávez ¿Qué estás haciendo?

- Aquí, compañero Fidel, Bolivarizando al pueblo venezolano. Y tú ¿Qué estás haciendo tú?

- Yo aquí, Marti-rizando al pueblo Cubano.

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

Fidel va a su astrólogo y le pregunta:

- ¿Qué día moriré?

- Comandante, morirá un día de fiesta nacional.

lunes, 9 de marzo de 2009

Una carta inédita de Lydia Cabrera y unas fotos de la quinta San José.

Foto: Luis Estévez Lasa. © Colección Gina Pellón.

Luis Estévez Lasa (1899-1974), arquitecto, diplomático, cineasta y fotógrafo amateur franco-cubano, en una de sus visitas a Lydia Cabrera, realiza una serie de Kodachromes (diapositivas) de la quinta San José. No es, pasado varios años que Luis remite esas fotos, acompañadas de una carta, a su vieja amiga de infancia, también en el exilio.


El cineasta francés René Clair y Luis Estévez Lasa en Hollywood, durante el rodaje de la pelicula "Ma femme est une sorcière" (1944). © Colección Juan Luis Estévez.

Carta de Lydia Cabrera a Luis Estévez Lasa *
18 agosto [19]64

Querido Luis:

No podías haberme hecho mejor regalo en toda tu vida que esas fotos que me envias de San José. No teníamos ninguna. Me servirán para recordar -¿ya qué nos queda?- algo que fue bonito… y que como todas las cosas bonitas están condenadas a muerte en nuestra tierra. Siento que no tengas material sobre ganado pues, como te decía en mi anterior, se va a publicar un libro importante sobre la ganadería en Cuba. Si surge la caña en un estudio futuro dime un poco lo que tienes, y estaré al tanto.

Aquí se preparan unas elecciones que serán violentas, pues por primera vez después de 30 años que este pueblo imbécil comienza a despertar y a darse cuenta de que ha sido gobernado por traidores. Ojalá gane Goldwater, nos convendría a los cubanos y al todavía llamado «mundo libre».

¿Cómo está tu hermano Pedro, y qué hace? ¿Vida de ermitaño viejo? Y tú, ¿qué proyectos tienes y que piensas de todas estas porquerías que estamos viviendo?

Veremos en qué para todo ésto… y dónde vamos a parar las victimas del hermoso, noble y magnánimo Fidel, hijo de… Lina. Creo que los que tanto lo quisieron pueden sentirse ahora muy orgullosos de su elección.

Un millón de gracias por tu envío. Repito: ¡te lo he agradecido mucho! Ojalá tenga el gusto de verle antes de emprender, no la vuelta a Cuba, si no el viaje a Josafat… Cuidate: salud y lo otro, que tanta falta hace!

Lydia


Foto: Luis Estévez Lasa. © Colección Gina Pellón.

Foto: Luis Estévez Lasa. © Colección Gina Pellón.

Foto: Luis Estévez Lasa. © Colección Gina Pellón.

Foto: Luis Estévez Lasa. © Colección Gina Pellón.

Foto: Luis Estévez Lasa. © Colección Gina Pellón.

*Nota: La carta inédita aqui reproducida, pertenece a la colección particular del hijo de Luis Estévez Lasa, Juan Luis Estévez Betancourt. Los kodachromes que acompañan este post pertenecen hoy día a la colección privada de la pintora cubana residente en París Gina Pellón, a quien doy las gracias por reproducirlas.