miércoles, 15 de julio de 2009

Cosas de la memoria: "¡ni hablar del peluquín!"

Para mi madre.

Hoy muy tempranito, mientras me preparaba mi taza de té mañanera, unas coplas de una canción me trotaban en la cabeza:

"La cabeza como un huevo
tenía don Valentín
-¡ay mi don Valentín!,
¡ay mi don Valentín!-
y se ha puesto como nuevo
comprándose un
peluquín."

Mi madre me cantaba eso cuando era niño, en una versión un poco adulterada de la copla andaluza que cantaba Juanita Reina en la película de 1943, "Canelita en rama". Luego, buscando en la red, solo he podido dar con la versión que hiciera Juan Legido y “Los Churumbeles de España” quienes en la década de 1950 popularizaron numerosas canciones en hispanoamérica. En realidad, la versión que cantaba mi madre estaba más cercana a la original de Juanita Reina, compuesta por el trío mágico de la copla andaluza: “Quintero/León/Quiroga”.


Versión que hiciera Juan Legido y “Los Churumbeles de España”


"¡Ni hablar del peluquín!" (Versión original de Juanita Reina)

La cabeza como un huevo
tenía don Valentín-
¡ay mi don Valentín!,
¡ay mi don Valentín!
-y se ha puesto como nuevo
comprándose un peluquín.
El día que lo ha estrenao
a una niña se declara;
y ella dice que ha notao
que tiene una cosa rara.
La madre dice: ¡hija mía!,
como viene con buen fin,
andando a la sacristía
¡y ni hablar del peluquín!
La niña se daba mucho postín
de que se casó con don Valentín.
Las escandaleras no tienen fin,
¡y ni hablar siquiera del peluquín!
La esposa en las discusiones,
le da cada bofetá
-¡ay qué barbaridad!,
¡ay qué barbaridad!-
que el peluquín se lo pone
con el flequillo patrás.
Y saben los sevillanos
la causa de las peleas:
que en el rigor del verano
el peluquín le gotea.
Y acuden tos los vecinos
pa llevarlo al botiquín;
y dice el hombre muy fino
que ¡ni hablar del peluquín!
Y la niña sigue con el postín
de que se casó con don Valentín.
Las escandaleras no tienen fin
¡y ni hablar siquiera del peluquín!
Borracho como un pellejo,
llegó un día Valentín
-¡ay mi don Valentín!,
¡ay mi don Valentín!-,
y le asomaba un cangrejo
debajo del peluquín.
¡Olé mi gracia y salero!,
a ver donde hay un marío
que tenga aqui un criaero
de cangrejitos de río.
La esposa se ha disgustado,
y el hombre dice chirrín:
mañana traigo lenguado y
¡y ni hablar del peluquín!..
Y la niña sigue con el postín
de que se casó con don Valentín.
Huelen a pescado desde Pekín,
¡y ni hablar siquiera del peluquín!..
No saludes nunca con el bombín
¡y ni hablar siquiera del peluquín!..

Pueden escuchar aquí la versión de Juanita Reina.

6 comentarios:

Zoé Valdés dijo...

Saludos a tu mami. Muy cómico, como todo lo andaluz.

Isis dijo...

Mira que tu blog es disfrutable, qué aire siempre tan señorial.

Anónimo dijo...

Ay hijo la verdad es que al principio me sonrei pero despues dos lagrimas rodaron por mis mejillas .Desde joven escuchaba esa cancion, siempre me parecio muy simpatica y aprendi solo algunas partes, pienso que las que mas gracia me hacian, a ti te encantaba casi sin saber hablar me pedias ota vez mama el peluquin, yo parecia un disco rayado de 33 revoluciones.Lo de las lagrimas ya sabes que las personas de la tercera edad se ponen susceptibles a la primera de cambio, de todas formas muchas gacias por dedicarme algo tan simpatico y muchas gracias por tenerme presente, tu blog me gusta mucho pienso que haces un buen trabajo. Un beso, tu Madre.

Chez Isabella dijo...

Javier, ¡magnífico! Lo he disfrutado mucho. De verdad que tienes la cualidad de ir por los archivos urgando para sacar a relucir siempre lo mejor. Un saludo y muchas felicidades en el primer aniversario de Momorandum Vitae, sin dudas uno de los mejores blogs dedicados a nuestra memoria cultural e histórica.

ric dijo...

Recuerdo que una de las primeras películas que vi en mi vida fue "La Reina Mora", de Juanita Reina, en colores. A mi madre también le encantaba toda esa españolada, que por lo general las veía el llamado "Día de Damas" en el cine, cuando las señoras entraban por, creo, 20 centavos y los niños gratis.

Anónimo dijo...

Ey ... si que me hiciste reir y llorar con el peluquin. No se como llegue a tu blog pero rei porque la cancion me hizo reir desde chiquita, y lloré porque extraño a mi papá que me la cantaba siempre. Que lindo lo que escribe tu mamá... Gracias!!!